"Parásito, cualquier organismo que vive sobre o dentro de otro organismo vivo, del que obtiene parte o todos sus nutrientes, sin dar ninguna compensación a cambio."
Podríamos pensar que los parásitos son seres repugnantes que muchas veces causan enfermedades, pero ¿qué madre no habrá pensado, deseado, soñado alguna vez con el momento de partida de su hijo?
Porque nosotros mismo llegamos a ser parásitos de nuestros padres, pequeños bichitos que vivimos a consta de ellos, de su trabajo y esfuerzo.
Lloramos cuando somos bebés reclamando su atención.
Pegamos un portazo en la puerta cuando somos adolescentes y nos enfadamos porque no conseguimos lo que queremos.
Discutimos cuando somos jóvenes porque no coincidimos en nuestros ideales de futuro. ¿Universidad? ¿Trabajo? ¿Qué carrera elegir?...Y por supuesto, sea cual sea la elección que hagamos daremos por supuesto que viviremos a cuerpo de rey en la casa, esperando el plato de comida cuando den las 14.00.
Así, el tiempo pasa y tras terminar los estudios seguimos estando muy tranquilos en casa de papá y mamá...¿Dónde te lavarán la ropa mejor sino es en tu propia casa?.
El reloj del salón, herencia del abuelo, comenzará a calentarse de contar cada segundo que pasas recostado en el sofá viendo la tele mientras tu padre trabaja y las amigas de tu madre empezarán a preguntar extrañadas cuántos años tienes y si es que no tienes pareja...
A partir de aquí serán ellos mismos, tus propios padres, los que te empiecen a lanzar indirectas y a cuestionar cada hora de tu vida.
Lo siento pero..¡Hay crisis!..¿Dónde quereis que me meta?
Esperar a tener una vida laboral estable, encontrar un hogar adecuado...
Se podrán poner excusas, pero llegará el día en que tu mismo necesites ser parasitado por alguien...porque la vida sigue.
Y de ésto se trata, parásitos.
Nos alimentamos de nuestros padres, obtenemos todo lo mejor de ellos, podemos causar algún daño, pero lo que sí creo fervientemente es que el mismo beneficio que obtenemos nosotros lo obtienen ellos...hay un equilibrio.
Pues..¿Qué mayor felicidad puede haber que saber que eres necesario para una persona y que sin tu beso de buenas noches no podrá dormir tranquilo? ¿Saber que tu esfuerzo está potenciando lo mejor de tu hijo? Por supuesto merece la pena ser parasitado. Nos deja formar personitas.
Por eso, nuestras madres nos pueden dejar en el nido tanto tiempo.
"Vente aquí conmigo que en un par de años no te podré achuchar"
Y algún día será nuestro momento de trabajar en nuestros hijos, de que absorban todo lo mejor de nuestra vida.
Por lo pronto, gracias a dios, hoy tengo mi beso de buenas noches.
